22.1.10

Capacidad latinoamericana de reconstrucción

Finalmente empieza este blog.

El momento encaja con la desastrosa situación que viven los hermanos haitianos, a raiz del terremoto del pasado 12 de enero, 2010. Con 1.5 millones sin hogar y una escala de muertos que aumenta por miles cada día, se suma a esta realidad los esfuerzos para iniciar la reconstrucción del país. Todos los grandes jugadores del mundo como las Naciones Unidas y las Instituciones Financieras Internacionales, sin olvidar a gobiernos como el de Estados Unidos y de forma especial el de Brasil, están poniendo sus apuestas en programas diferentes, aún no-coordinados, para reconstruír a este país isleño. Los pronósticos van desde cinco hasta quince años para reestablecer la vida normal ahí. El problema principal que todos enfrentan, sin embargo, es la misma historia de Haití.

Siglos de intervenciones extranjeras, gobiernos corruptos y estrategias político-económicos fallidos se conjugan a la desesperación del momento actual para revelar un país esencialmente incapaz de reconstruirse. Es decir, el mundo levantará a Haití sin gran aporte de los mismos haitianos.

Es una situación que se ha visto antes en otras partes de Latinoamérica. Donde la representación de un país es ignorada en la toma de decisión y acción sobre su propio desarrollo.
Para no abundar demasiado sobre el caso particular de Haití (ya que los medios están al tanto para informar minuto a minuto), es conveniente girar este tema en otra dirección. La realidad y pronósticos para Haití dan una pauta oportuna para toda la región latinoamericana y caribeña. ¿En qué medida estamos los otros países capaces de enfrentar una situación similar?

El caso de Haití revela varios factores necesarios para imposibilitar acción propia en su propio destino como país:

- un gobierno debilitado (golpes de estado en 1991 y 2004; tampoco cuenta con un aparato de garantía electoral)

- incapacidad para aprovechar recursos naturales estratégicos (Haití cuenta con minas no-explotadas de cal, necesarias para elaborar cemento, algo de gran utilidad para reconstruir)

- una población con baja escolaridad o sin entrenamiento técnico (necesarias para reactivar la economía y política nacional en un contexto histórico, así como para la mera reconstrucción infraestructural)

En esta luz, ¿cuántos de los factores arriba mencionados se pueden aplicar a otros países en la región? Si no nos ponemos las pilas, Dios no quiera, pero si un desastre caera sobre otra zona en la región, tal vez estaremos viendo cómo el mundo decide por nosotros.

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